Bateas para buscar oro
La batea es una herramienta fundamental para los buscadores de oro. Se trata de un recipiente cóncavo y circular diseñado para concentrar materiales pesados. El oro, con una densidad de 19.32 g/cm³ , es uno de los minerales más densos que podemos encontrar. Para darte una idea, si llenásemos una botella de 2 litros con oro, esta pesaría casi 20 kilos. Utilizando una batea, podemos separar los materiales que introduzcamos en ella según su densidad. Al agitar la batea, los materiales menos densos quedan en suspensión, mientras que los más pesados, como el oro, se depositan en el fondo.
Cómo usar una batea
Ahora que sabemos qué es una batea, vamos a aprender a utilizarla. Cada bateador desarrolla su propia técnica de bateo, pero aquí te voy a explicar la que personalmente me ha dado los mejores resultados.
Antes de comenzar, es importante clasificar el material que depositaremos en la batea. Esto lo hacemos con una criba o tamiz. Si no sabes lo qué es en esta sección te lo explicamos. El tamaño de los agujeros del tamiz dependerá del tipo de oro que busques. Yo suelo utilizar una malla de 4 mm, ideal para las pequeñas laminillas o pajuelas de oro que suelen encontrarse en mi zona.
El primer paso es colocar el clasificador sobre la batea de tal manera que todo el material que luego echemos se filtre por los agujeros y termine dentro de ella. Después vamos a ir llenando nuestro clasificador con la grava que queremos lavar intentando no sobrecargarlo, ya que si nos pasamos el manejo de la batea va a resultar más incómodo. A continuación vamos a agarrar la batea y el clasificador por cada lado con las dos manos y vamos a sumergirlo completamente en el agua. Luego vamos a realizar unos movimientos rápidos y cortos en forma de semicírculo, con los que vamos a conseguir que todos los pequeños materiales incluido el oro se depositen en el fondo de la batea.
Una vez que tenemos la grava tamizada dentro de nuestra batea, es hora de quitar el clasificador superior y desprendernos de los materiales más grandes que han quedado en él. Después, sujetamos la batea firmemente con las dos manos y comenzamos a agitarla con movimientos circulares tratando de que todo el contenido de esta entre en suspensión. Este proceso hace que el barro y las partículas más ligeras permanezcan en la parte superior de la batea, mientras que el oro y los minerales más densos se asienten en el fondo. Este movimiento se suele realizar durante unos 30 segundos la primera vez y al finalizar estaremos listos para realizar la primera descarga, eliminando los sedimentos superficiales más ligeros.
Para eliminar estos materiales, inclinaremos ligeramente la batea (unos 35°) y realizaremos movimientos de vaivén para ir desprendiéndonos de los sedimentos superficiales más ligeros. Al finalizar, sumergimos la batea de nuevo un par de veces manteniendo la inclinación, permitiendo que el agua arrastre más sedimentos superficiales.
Estos últimos dos pasos consistentes en en agitar el contenido de la batea y después descargar los sedimentos más superficiales vamos a ir repitiéndolo varias veces (unas 5 o 6) hasta que solo nos quede una pequeña cantidad de materiales en la batea que serán los más densos. Y ahora... ¡Es el momento de descubrir si hemos encontrado oro! Con la batea fuera del agua y en posición horizontal, damos unos golpes con la mano sobre uno de sus bordes para conseguir acumular todo el material en un lateral. Luego, realizando un suave movimiento circular vamos a conseguir provocar unas pequeñas olas en la batea que irán arrastrando los materiales superficiales más finos que han quedado en nuestro montoncito al borde de la batea dejando al descubierto las partículas de oro en el fondo.
Tipos de bateas
Existen numerosos tipos de bateas, dependiendo del material, diseño y tamaño. Aunque en el mercado se encuentran diferentes modelos, cualquier recipiente plano puede servir. En tiendas como Aliexpress se pueden conseguir a buen precio, aunque es importante verificar su calidad para evitar que se deterioren rápidamente.
Según el material:
La mayoría de las bateas modernas están hechas de plástico debido a su ligereza y precio económico. Las bateas de metal son más duraderas pero también más pesadas y difíciles de manejar. Si eliges una batea de plástico, asegúrate de que sea robusta para que no se deforme con el uso. En tiempos antiguos, se utilizaban bateas de metal o madera.
Según su diseño:
Las bateas pueden tener distintos diseños. Algunas incluyen simples riffles, mientras que otras, como las turbobateas, prometen acelerar el proceso de lavado. Para la mayoría de los buscadores, un diseño sencillo con unos pocos riffles es más que suficiente.
Según su tamaño:
El tamaño de la batea influye en la cantidad de material que se puede lavar y en la comodidad durante el proceso. Las bateas pequeñas son más manejables, pero lavan menos material por vez. Un tamaño intermedio, de unos 40 cm de diámetro, suele ser ideal para equilibrar comodidad y eficiencia.